¿Qué puedo hacer si mi cachorro muerde mucho? Motivos y posibles soluciones

mi cachorro muerde mucho

¿Alguna vez te has preguntado por qué tu cachorro muerde mucho? Esta es una preocupación común entre quienes comparten su hogar con un cachorro, ya que morder es una de las formas principales en las que los perros jóvenes exploran el mundo que los rodea. 

Aunque este comportamiento puede parecer un problema, entender por qué ocurre es clave para gestionarlo de manera adecuada.

Los cachorros, al igual que los bebés, pasan por etapas de desarrollo en las que necesitan descubrir, jugar y aliviar molestias físicas, como las causadas por la dentición

Sin embargo, cuando la mordida se convierte en una conducta persistente o inadecuada, es fundamental actuar con paciencia y aplicar estrategias que fomenten hábitos saludables. 

En este artículo, hablaremos de las razones más usuales por las que un cachorro puede morder en exceso y te ofreceremos soluciones prácticas para que esta etapa sea más llevadera, tanto para el cachorro como para su entorno.

¿Por qué mi cachorro muerde mucho?

Cachorro portándose mal

El hecho de que un cachorro muerda no es solo algo habitual, sino también una parte esencial de su desarrollo

La mordida es uno de los primeros recursos que un cachorro utiliza para conocer el mundo, ya que su boca actúa como una extensión de sus sentidos, ayudándolo a explorar su entorno y a relacionarse con otros perros y personas. Por ello, existen varios motivos por los que un cachorro puede morder durante esta etapa.

Exploración del entorno

Durante los primeros meses de vida del cachorro, sentidos como la vista y el oído no están totalmente desarrollados, así que su boca se convierte en una herramienta fundamental para explorar texturas, sabores y objetos a su alrededor. Al morder, el cachorro no solo satisface su curiosidad, sino que también aprende a diferenciar qué puede o no puede masticar.

Etapa de dentición

Un factor clave que impulsa al cachorro a morderlo todo es el proceso de dentición. Entre los 3 y 6 meses, los cachorros experimentan el cambio de dientes de leche por los permanentes, lo que genera molestias y dolor en las encías. 

Morder objetos les proporciona un alivio natural y les ayuda a superar esta etapa de forma más llevadera. Es importante recordar que, aunque es un comportamiento temporal, puede intensificarse si no se le ofrece una alternativa adecuada para calmar estas molestias.

Aprendizaje social

Otro aspecto a considerar es que los cachorros, al interactuar con su camada o con humanos, suelen utilizar la mordida como parte de su juego

La socialización adecuada durante las primeras semanas de vida es clave para el desarrollo del comportamiento del cachorro. 

Si no tienen suficiente interacción con otros perros o personas, pueden no aprender a controlar la fuerza de su mordida o a malinterpretar los límites que les imponen los demás. Esta falta de experiencia puede derivar en un uso excesivo de la boca como forma de comunicación o juego.

Aburrimiento y falta de estimulación

Los cachorros tienen una gran cantidad de energía y una curiosidad insaciable. Si no se les proporciona suficiente actividad física y mental, pueden recurrir a morder como una forma de liberar su energía acumulada o simplemente como un medio de entretenimiento. 

El aburrimiento suele ser uno de los mayores factores detrás de un comportamiento destructivo en los cachorros, incluidas las mordidas excesivas.

Ansiedad o estrés

Situaciones estresantes o cambios en el entorno, como mudanzas, ruidos fuertes o estar solos durante mucho tiempo, pueden generar ansiedad en el cachorro

Morder objetos o incluso a las personas puede ser una forma de canalizar esa tensión. Además, unas pautas incoherentes o sin constancia pueden aumentar el estrés del perro, intensificando su necesidad de morder.

Demanda de atención

En ocasiones, un cachorro puede morder porque ha aprendido que esta acción genera una respuesta inmediata en las personas. Si esta conducta va en aumento, deberemos entender que esta atención está siendo positiva para él. 

Si el cachorro siente que no está recibiendo suficiente atención, también podría recurrir a este comportamiento como una forma de captar el interés.

Como vemos, cada motivo detrás del comportamiento de morder en los cachorros responde a necesidades específicas, ya sean físicas, emocionales o de aprendizaje

Identificar qué impulsa a tu cachorro a morder en cada situación es el primer paso para ofrecerle las soluciones adecuadas y guiarlo hacia hábitos más saludables

En el siguiente apartado, exploraremos diversas estrategias prácticas para manejar y corregir este comportamiento de manera efectiva.

Posibles soluciones para controlar la tendencia a morder

Cachorro mordiendo un juguete

Controlar este comportamiento requiere paciencia, constancia y el uso de técnicas positivas. A continuación, hablaremos de las diversas estrategias que pueden ayudarte a controlar y reducir esta conducta.

Proporcionar juguetes adecuados

Ofrecer al cachorro juguetes diseñados específicamente para morder es fundamental para satisfacer su necesidad natural sin dañar objetos inapropiados.

▪️ Juguetes para la dentición: estos juguetes están hechos de materiales que alivian las molestias de las encías durante el proceso de cambio de dientes. Pueden ser de goma suave, silicona o materiales que se pueden enfriar para ofrecer un efecto calmante.

▪️ Variedad de texturas y formas: proporciona diferentes tipos de juguetes (caucho, cuerda, peluches) para mantener el interés del cachorro y evitar que busque alternativas en objetos del hogar.

▪️ Masticables: aconsejamos golosinas naturales que podemos encontrar en tiendas especializadas y que puedan entretener al cachorro el máximo tiempo posible.

▪️ Seguridad ante todo: asegúrate de que los juguetes sean apropiados para la edad y tamaño de tu cachorro, evitando piezas pequeñas que puedan desprenderse y causar asfixia.

▪️ No generar confusión: en Kanstak aconsejamos no proporcionar juguetes que se parezcan en texturas o formas a objetos que tenemos o utilizamos en casa. Si evitamos botellas de plástico, trapos o toallas, le ayudaremos a diferenciar sus juguetes del resto de objetos del hogar.

Establecer límites claros

Es esencial que el cachorro entienda qué puede morder y qué no. Para lograrlo:

▪️ Uso de comandos simples: el comando “no” o “¡ay!”debe ser utilizado de manera consistente cada vez que el cachorro llegue a mordernos mientras juega con nosotros. Al mismo tiempo, dejaremos de interactuar con él cuando utilice su mordida en esos momentos.

▪️ Refuerzo positivo: si conocemos alguna situación determinada que creará el comportamiento inadecuado, le aportaremos los juguetes que más le gusten ANTES de que tenga el mal comportamiento para provocar un buen hábito. Nunca deberíamos darle ningún juguete después de haber interactuado mordiendo, ya que, de esta forma, vería recompensado el comportamiento en cuestión. 

▪️ No ignorar estos comportamientos: si el cachorro te muerde durante el juego, detén la interacción inmediatamente. Esto le enseñará que morder tiene consecuencias negativas, como la pérdida de atención y diversión.

Fomentar la socialización temprana

La socialización temprana es clave para que el cachorro aprenda a interactuar correctamente con otros seres vivos.

▪️ Visitas supervisadas: organiza encuentros con otros perros vacunados, desparasitados y equilibrados. La interacción con sus congéneres le enseñará los límites y la modulación de la mordida.

▪️ Exposición a diferentes entornos: lleva a tu cachorro a diversos lugares (parques, calles transitadas, zonas rurales, etc.) para que se acostumbre a distintos estímulos y reduzca comportamientos ansiosos o reactivos.

Para proteger su salud y que esta socialización sea lo más segura posible, puedes optar por llevar al cachorro en brazos o usar una mochila especial en sus primeros paseos. 

Asegurar ejercicio y estimulación mental suficientes

Un cachorro cansado y estimulado es menos propenso a morder por aburrimiento o exceso de energía.

▪️ Rutinas de ejercicio: establece horarios diarios para paseos y juegos activos que se ajusten a la edad y raza de tu cachorro. Recuerda que el ejercicio físico reiterado puede provocar un perro mucho más activo, así que regula estos momentos y recuerda trabajar también la calma.

▪️ Juegos interactivos: utiliza juguetes que estimulen su mente, como juegos de búsqueda y olfato.

▪️ Entrenamiento constante: enseñar nuevos comandos y trucos no solo mejora su obediencia, sino que también mantiene su mente ocupada mientras fortaleces el vínculo con él.

Manejar la ansiedad y el estrés

La ansiedad puede ser un desencadenante del comportamiento de morder. Para mitigarlo:

▪️ Crea un ambiente seguro: proporciona un espacio tranquilo donde el cachorro pueda descansar sin interrupciones ni estímulos excesivos.

▪️ Mantén rutinas estables: los cachorros se sienten más seguros con horarios marcados para comer, jugar y dormir.

Si quieres saber cómo detectar cuándo tu perro está sufriendo estrés, no te pierdas nuestro artículo sobre los distintos síntomas de estrés en los perros.

Redirigir el comportamiento de mordida

En lugar de simplemente prohibir la mordida, es más efectivo redirigirla hacia comportamientos aceptables.

▪️ Interrumpir y evitar: si tu cachorro comienza a morder algo inapropiado, puedes interrumpir la acción haciendo algún ruido para que pueda desviar su atención e impide que vuelva a tener acceso al objeto que está mordiendo durante un tiempo determinado (pueden ser horas o días). Si la mordida es hacia ti cuando está jugando, entonces interrumpe el juego y no vuelvas a prestar atención hasta pasados unos minutos y se haya tranquilizado.

▪️ Evitar juegos bruscos: no fomentes juegos que involucren morder manos o pies, ya que pueden confundir al cachorro sobre lo que está permitido.

▪️ Recompensar el buen comportamiento: siempre que el cachorro muerda sus juguetes o se comporte de manera calmada, recompénsalo con caricias, palabras de aliento o premios. En definitiva, él verá que puede obtener atención nuestra cuando muerde sus juguetes.

Paciencia y consistencia

El cambio de comportamiento no ocurre de la noche a la mañana. Es vital ser paciente y consistente en la aplicación de estas estrategias.

▪️ No castigar:  no es recomendable gritar a tu cachorro cuando te muerda. El uso de castigos verbales puede generar confusión y afectar negativamente a vuestra relación. En su lugar, es mucho más efectivo dejar de prestarle atención y esperar a que se calme.

▪️ Comunicación clara: usa siempre los mismos comandos y señales para evitar confusión.

▪️ Consistencia y paciencia: establecer una rutina coherente de entrenamiento y mantenerla es fundamental para que el perro comprenda lo que se espera de él.

▪️ Involucrar a todos en el hogar: asegúrate de que todas las personas que interactúan con el cachorro sigan las mismas pautas y técnicas para facilitar su aprendizaje..

Implementar estas soluciones ayudará a tu cachorro a entender qué comportamientos son aceptables y a canalizar su necesidad de morder de manera adecuada. 

Con tiempo, paciencia y amor, esta etapa será superada, fortaleciendo vuestra relación y asegurando una convivencia armoniosa.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Perro mordiendo una bola de navidad

Aunque morder es una etapa natural en el desarrollo de los cachorros, en algunos casos este comportamiento puede volverse excesivo o problemático. 

Reconocer cuándo es necesario buscar ayuda profesional es esencial para asegurar el bienestar del cachorro y la convivencia armoniosa en el hogar.

Señales de alerta

Es fundamental identificar cuándo el hábito de morder supera los límites normales y podría estar relacionado con un problema subyacente. Presta atención a las siguientes señales:

▪️ Mordidas agresivas: el cachorro gruñe o muerde con fuerza suficiente para causar daño.

▪️ Frecuencia excesiva: muerde de manera constante, a pesar de contar con suficientes juguetes, ejercicio y atención.

▪️ Dificultad para moderar la mordida: no muestra avances en aprender a controlar la intensidad de sus mordidas, a pesar de los intentos de corrección.

▪️ Comportamiento compulsivo: muerde objetos o personas de forma obsesiva y sin un motivo aparente.

Si observas alguna de estas señales, es recomendable acudir a un profesional para que evalúe la situación y os brinde orientación especializada.

Beneficios de buscar ayuda profesional

Contar con el apoyo de un experto en educación canina no solo resolverá el problema de morder, sino que también ofrecerá ventajas adicionales:

▪️ Resolución eficiente: un profesional identificará las causas del problema y proporcionará soluciones personalizadas.

▪️ Fortalecimiento del vínculo: manejar el comportamiento de manera positiva, refuerza la relación con tu cachorro.

▪️ Prevención de problemas futuros: establecer una base sólida de comportamiento evita conductas problemáticas en la etapa adulta.

Los especialistas en comportamiento canino tienen el conocimiento necesario para analizar el origen de estas conductas y desarrollar un plan adaptado a las necesidades y personalidad de tu perro.

Opciones de ayuda online

En Kanstak, somos conscientes de que en muchas ocasiones es complicado, por tiempo u otras situaciones personales, acudir a un centro de educación canina.

Por eso, te ofrecemos la posibilidad de recibir apoyo profesional en cualquier lugar con nuestro servicio de adiestramiento canino online. 

Con la experiencia de nuestra experta en educación canina, Sonia Villalba, fundadora y directora de Kanstak, te ayudaremos a construir una relación más fuerte y positiva con tu cachorro.

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