Por qué los perros se muerden la cola y cómo solucionarlo

Por qué los perros se muerden la cola

Si alguna vez te has preguntado por qué los perros se muerden la cola, no estás solo. Es una de las consultas más comunes entre tutores preocupados que ven a su peludo girar en círculos o incluso hacerse daño intentando alcanzarla. 

Aunque a veces pueda parecer un simple juego o una travesura divertida, cuando el perro se muerde la cola con insistencia, puede ser una señal de que algo no va bien.

En Kanstak entendemos que ver a tu compañero comportarse así puede generar preocupación o incluso frustración. Pero tranquilo: no se trata de culpa ni de fallos en la educación, sino de entender qué le está pasando y cómo ayudarle. Morderse la cola no es un comportamiento normal, y suele tener detrás causas físicas o emocionales que se pueden identificar y tratar con paciencia y cariño.

A lo largo de este artículo te explicaremos las razones más comunes por las que un perro se muerde la cola, cómo diferenciar si se trata de un problema de salud o de conducta, y sobre todo, qué puedes hacer para ayudarle a dejar de hacerlo

Nuestro objetivo es que te sientas acompañado en este proceso y que tu perro recupere su bienestar, porque con la guía adecuada y un enfoque positivo, siempre hay solución.

¿Por qué mi perro se muerde la cola?

perro mordiendose la cola

Cuando un tutor observa que su perro se muerde la cola, lo primero que suele pensar es que está jugando o intentando divertirse. Y es verdad que, en algunos casos, los perros jóvenes o muy activos pueden perseguir su cola de forma puntual, como si fuera un juguete más. 

Pero cuando ese gesto se repite a menudo, o incluso se convierte en una acción compulsiva hasta hacerse daño, ya no estamos ante un simple juego, sino ante una señal de que algo le está molestando o preocupando.

Desde la educación canina sabemos que morderse la cola es un síntoma, no un capricho. Es la forma que tiene el perro de decirnos que algo no va bien —ya sea en su cuerpo o en su mente— y que necesita ayuda para volver a sentirse equilibrado. Por eso, lo más importante es entender la causa antes de intentar corregir el comportamiento.

Puede haber muchos motivos detrás de este hábito: desde picor o dolor físico, hasta aburrimiento, ansiedad o frustración. Algunos perros lo hacen por molestias en la piel, alergias o parásitos; otros, porque se sienten estresados o pasan demasiado tiempo sin estimulación ni compañía. Sea cual sea el caso, lo esencial es observar, escuchar y actuar desde la comprensión.

En Kanstak siempre insistimos en que no hay que regañar ni culpabilizar al perro. Si se muerde la cola, no lo hace “por mal comportamiento”, sino porque está intentando aliviar una incomodidad o liberar tensión. Nuestro papel como tutores es acompañarlo, entender qué le está ocurriendo y buscar la mejor manera de ayudarle, con paciencia, respeto y, si es necesario, el apoyo de un profesional.

Causas físicas: ¿qué puede estar sintiendo tu perro?

perro con molestias físicas

Antes de pensar que el motivo es emocional o de conducta, es importante descartar las causas físicas. En muchos casos, los perros se muerden la cola porque sienten molestias o dolor en esa zona del cuerpo. A veces, el comportamiento empieza como una forma de aliviar el picor, pero puede volverse un hábito si no se trata a tiempo.

Como educadores caninos, en Kanstak sabemos que la colaboración entre tutor, veterinario y adiestrador es fundamental. Entender el origen físico de este comportamiento es el primer paso para solucionarlo de forma eficaz y sin sufrimiento.

Heridas o irritaciones en la piel

Una de las causas más frecuentes por las que un perro se muerde la cola son las heridas o irritaciones en la piel.

Pequeños cortes, picaduras o el contacto con ramas y plantas pueden provocar picor o molestias. El perro, al no saber cómo aliviarlo, recurre a morderse o lamerse esa zona.

Qué puedes hacer: revisa la piel de tu perro con cuidado, especialmente en la base de la cola, para comprobar si hay rojeces, costras o inflamación. Si observas alguna herida, evita aplicar productos caseros y consulta con tu veterinario. Un tratamiento temprano evitará que se haga más daño o que la zona se infecte.

Presencia de parásitos externos

Pulgas, garrapatas o incluso tenias pueden provocar picor intenso y hacer que tu perro se muerda la cola sin parar. Estos parásitos causan irritación y, en algunos casos, pequeñas heridas o pérdida de pelo.

Qué puedes hacer: asegúrate de mantener un plan de desparasitación interna y externa regular. Usa productos recomendados por tu veterinario y revisa su pelaje, sobre todo si ha estado en zonas con hierba o contacto con otros animales. Un perro libre de parásitos es un perro más tranquilo y feliz.

Problemas en las glándulas anales

Las glándulas anales se encuentran a ambos lados del ano y, cuando se inflaman o se obstruyen, pueden generar dolor y picor. En esos casos, es habitual ver al perro frotarse contra el suelo o morderse la base de la cola intentando aliviar la molestia.

Qué puedes hacer: si notas que tu perro se arrastra por el suelo o se lame mucho la parte trasera, consulta con un veterinario. Él podrá vaciar las glándulas y tratar la zona para evitar infecciones. Es un procedimiento sencillo que mejora rápidamente su bienestar.

Dolor en la columna o articulaciones

Algunos perros se muerden la cola por dolor en la columna vertebral o en la zona lumbar, especialmente en animales mayores o con problemas de movilidad. El malestar se refleja en la cola porque está conectada directamente con la espalda.

Qué puedes hacer: observa si tu perro muestra rigidez al moverse, evita saltar o subir escaleras, o adopta posturas extrañas. En estos casos, un veterinario o fisioterapeuta canino podrá evaluar su estado y recomendar ejercicios, masajes o tratamientos que alivien el dolor.

Cuando el problema no es físico: causas emocionales

Perro tumbado en la cama

Cuando el veterinario descarta problemas físicos, el siguiente paso es mirar más allá del cuerpo: la mente y las emociones del perro. En muchos casos, los perros se muerden la cola porque están intentando liberar tensión, estrés o aburrimiento, igual que una persona puede morderse las uñas o moverse nerviosamente cuando algo le preocupa.

Desde la educación canina sabemos que el comportamiento del perro siempre tiene un motivo. Si se muerde la cola y el motivo no es físico, está expresando una necesidad no cubierta o un malestar interno. Por eso, más que corregir el gesto, lo importante es entender qué lo está provocando y ayudarle a recuperar el equilibrio.

Falta de estimulación y aburrimiento

Una de las causas más comunes es el aburrimiento. Los perros son animales inteligentes, con energía y curiosidad. Cuando no tienen suficiente ejercicio, juegos o retos mentales, buscan maneras de liberar esa energía acumulada, y morderse la cola puede convertirse en una forma de entretenimiento o desahogo.

¿Qué puedes hacer?

  • Dedica tiempo cada día a estimularlo física y mentalmente.
  • Realiza paseos más largos y variados en los que la exploración sea la protagonista.
  • Juega a esconderle premios o apórtale juguetes interactivos.
  • Practica pequeños ejercicios de obediencia o trucos.

Estas actividades no solo lo cansan físicamente, sino que fortalecen el vínculo y reducen su ansiedad.

Estrés, ansiedad o cambios en su entorno

Los perros también sienten estrés, aunque lo expresan de manera diferente a las personas. Mudanzas, ruidos fuertes, soledad prolongada o la llegada de un nuevo miembro a la familia pueden alterar su equilibrio emocional. Algunos perros canalizan ese malestar mordiéndose la cola o lamiéndose en exceso, buscando consuelo.

¿Qué puedes hacer?

  • Mantén rutinas estables de paseo, comida y descanso.
  • Evita cambios bruscos y dale un lugar tranquilo donde se sienta seguro para descansar.
  • Si pasa mucho tiempo solo, considera dejarle un juguete de estimulación o buscar un paseador.

En Kanstak trabajamos a diario con perros que muestran ansiedad por separación o inseguridad. Con pautas adecuadas y refuerzo positivo, es posible ayudarles a recuperar la calma y la confianza.

Comportamientos compulsivos

En algunos casos, morderse la cola se convierte en un comportamiento compulsivo, parecido a una manía. Puede comenzar por una causa física o emocional, pero al repetirse tantas veces, el perro lo adopta como una rutina automática.

¿Qué puedes hacer?

Aquí es clave buscar apoyo profesional. Un educador o etólogo canino puede diseñar un plan de trabajo personalizado para romper esta estereotipia. Se trabaja con ejercicios de autocontrol, enriquecimiento ambiental y técnicas de relajación. 

Cómo ayudar a tu perro a dejar de morderse la cola

los perros se muerden la cola

Una vez que sabes por qué tu perro se muerde la cola, llega el momento de actuar. La buena noticia es que, con paciencia, comprensión y la orientación adecuada, es posible revertir este comportamiento y mejorar su bienestar.

El objetivo no es solo que deje de morderse, sino que se sienta más tranquilo, feliz y equilibrado. Cada perro tiene su historia y su ritmo, y acompañarlo con empatía hará toda la diferencia.

Consulta veterinaria: el primer paso imprescindible

Antes de probar cualquier cambio de conducta, es fundamental descartar causas médicas. Tu veterinario podrá examinar la piel, las glándulas anales, descartar parásitos o detectar si hay dolor físico.

En algunos casos, un tratamiento sencillo, como desparasitación, limpieza o curación de una herida, puede resolver el problema.

Si el veterinario confirma que la causa no es física, pide que te oriente para derivar el caso a un educador o etólogo canino. De esa forma, estarás abordando el problema desde todos los ángulos: salud y comportamiento.

Crea una rutina estable y enriquecida

Muchos perros que se muerden la cola lo hacen porque tienen energía acumulada o falta de estímulos. Una rutina equilibrada ayuda a reducir la ansiedad y previene conductas compulsivas.

  • Realiza paseos diarios de calidad, no solo para hacer sus necesidades. Deja que explore, huela y se relacione.
  • Introduce juegos interactivos (como juguetes rellenables o búsqueda de premios).
  • Ofrécele juegos de búsqueda con el olfato.
  • Añade momentos de entrenamiento positivo con pequeñas metas diarias.

Estos hábitos mantienen su mente activa, refuerzan vuestro vínculo y reducen el aburrimiento que provoca conductas autolesivas.

Reduce el estrés y mejora su bienestar emocional

El estrés y la ansiedad son grandes detonantes del comportamiento de morderse la cola. Crear un entorno tranquilo y predecible es clave para que tu perro se sienta seguro.

  • Evita regañarlo cuando se muerda la cola.
  • Provoca la calma y ofrécele un espacio seguro para descansar.
  • Asegúrate de que tenga un espacio propio donde comer sin interrupciones ni movimiento a su alrededor.
  • Mantén rutinas estables: los horarios ayudan al perro a anticipar lo que va a pasar y eso le da seguridad.

Trabaja el comportamiento con ayuda profesional

Cuando el comportamiento ya se ha convertido en hábito o el perro muestra ansiedad, trabajar con un profesional es la mejor opción.

Un experto en conducta canina puede ayudarte a entender el origen del problema, establecer pautas de manejo y enseñarte ejercicios que ayuden a tu compañero a liberar energía de forma saludable.

En Kanstak, acompañamos a tutores en este tipo de situaciones con un enfoque respetuoso, positivo y personalizado. Diseñamos planes adaptados al carácter y las necesidades de cada perro, siempre desde la empatía, la comprensión y la colaboración con la familia.

No se trata de “corregir” al perro, sino de entender lo que le ocurre y ofrecerle las herramientas adecuadas para sentirse mejor.

Además, si no estás cerca o prefieres la comodidad de hacerlo desde casa, contamos con consultas online donde te guiamos paso a paso para abordar este tipo de comportamientos. A través de videollamada podrás explicarnos tu caso, recibir orientación personalizada y aplicar pautas adaptadas a tu entorno y ritmo.

Y si quieres aprender más por tu cuenta, también tienes disponibles nuestros cursos online de educación canina.

Son formaciones prácticas, cercanas y diseñadas para que entiendas mejor a tu compañero y mejores vuestra convivencia desde el respeto y la confianza mutua.