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Cómo diferenciar entre juego y pelea de perros: guía completa

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Como especialista en comportamiento canino, con 20 años de experiencia, puedo afirmar que una de las habilidades más importantes que debemos desarrollar es la capacidad de distinguir entre juego y pelea de perros.

Aunque a primera vista muchas veces pueden parecer similares, existen señales clave que pueden ayudarnos a diferenciar estos comportamientos y a asegurarnos que nuestras mascotas estén seguras y felices. Aquí, desglosamos algunas de las diferencias más relevantes.

1. Lenguaje corporal

Juego:

  • Postura relajada: Cuando los perros juegan, suelen tener una postura corporal suelta y relajada.
  • Señales de juego: Estas señales incluyen la “invitación al juego” (también conocida como «play bow«), con la que el perro se inclina con las patas delanteras estiradas y la parte trasera levantada mientras mueve la cola repetitivamente de forma relajada.
  • Expresiones faciales: La boca abierta, la lengua afuera y los ojos brillantes son comunes en perros que están jugando. Además, sus orejas tienden a posicionarse hacia atrás para relajar a su compañero.
  • Movimientos fluidos: Los movimientos durante el juego son generalmente sueltos y exagerados, a menudo con cambios rápidos de dirección.

Pelea:

  • Tensión muscular: Los perros que están peleando mostrarán músculos tensos y posturas rígidas.
  • Orejas y cola: Las orejas pueden estar hacia atrás o hacia adelante y la cola puede estar rígida o erguida. Aunque la cola se mueva, si su postura es alta y los movimientos son nerviosos, nos estará avisando de un momento de tensión que acabará, posiblemente, en pelea.
  • Expresiones faciales: Los labios se retraen mostrando los dientes y los ojos pueden estar fijos en su oponente. Justo antes de que pueda haber pelea, el perro tiende a cerrar la boca para provocar que el oxígeno vaya directamente a su musculatura y pueda reaccionar bruscamente. Cuando cierra la boca y contrae su musculatura, no tarda más de 3 segundos en reaccionar violentamente.
  • Movimientos bruscos: Los movimientos son más directos y bruscos, con poca variabilidad en la dirección y sin perder nunca de vista al individuo con el que está interactuando.

2. Sonidos

Juego:

  • Ladridos y gruñidos suaves: En un juego brusco, a los movimientos relajados que hemos descrito anteriormente pueden sumarse gruñidos o ladridos. Estos sonidos tienden a ser de tono más alto y no prolongados. Los gruñidos durante el juego no son profundos.
  • Vocalizaciones variadas: Los perros pueden emitir una variedad de sonidos, incluidos jadeos y pequeños ladridos excitados.

Pelea:

  • Gruñidos profundos y constantes: Los gruñidos son de tono bajo y sostenido, indicando seriedad. Siempre van acompañados de la tensión de la musculatura.
  • Silencio: En algunos casos, las peleas pueden ser relativamente silenciosas, con un enfoque más en la acción física que en las vocalizaciones. Eso sucede sobre todo cuando el perro cierra la boca para aportar oxígeno a sus músculos y, así, poder reaccionar.

3. Interacción física

Juego:

  • Boca abierta y mordidas suave: Las mordidas son controladas y no causan daño.
  • Alternancia de roles: Los perros suelen turnarse para ser el “perseguidor” y el “perseguido”.
  • Pausas frecuentes: Durante el juego, los perros tienden a tomar pequeños descansos o a detenerse para asegurarse de que ambos están disfrutando. Cuando lo hacen, prefieren dejarse espacio para poder recuperar fuerzas.

Pelea:

  • Mordidas fuertes: Las mordidas son más intensas y pueden causar daño.
  • Enfoque en una parte del cuerpo: Los perros pueden concentrarse en morder una parte específica del cuerpo de su oponente.
  • Rotura de Espacios Personales: La agresión empieza mucho antes de la pelea mediante la mordida. Un perro que interactúa rompiendo los espacios personales del otro (como poner su cabeza encima o buscar directamente la mirada del otro de forma amenazante) es un perro que está sintiendo incomodidad y que no dudará en reaccionar bruscamente a la mínima posibilidad.
  • Persistencia: En una pelea, los perros no se detienen para comprobar el estado del otro y pueden ser difíciles de separar.

4. Reacciones a la intervención humana

Juego:

  • Facilidad para detenerse: Los perros que juegan generalmente se detendrán fácilmente si una persona interviene o si se distraen con otro estímulo.
  • Retorno rápido a la calma: Una vez detenidos, los perros que estaban jugando suelen volver rápidamente a un estado calmado y relajado para tomar aire y volver a jugar.

Pelea:

  • Dificultad para separarlos: Separar a perros que están peleando puede ser difícil y peligroso para la persona que interviene.
  • Persistencia en la agresión: Incluso después de ser separados, los perros pueden seguir mostrando signos de amenaza y tensión.

Como puedes comprobar, distinguir entre juego y pelea de perros es crucial para el bienestar de nuestros compañeros. Al observar atentamente el lenguaje corporal, los sonidos, la interacción física y las reacciones a la intervención humana, podemos asegurarnos de que nuestros perros estén jugando de manera segura y detener cualquier posible conflicto antes de que escale a una pelea seria.

Si tienes dudas sobre el comportamiento de tu compañero o necesitas ayuda para la modificación de conductas de tu perro, no dudes en contactarnos. Con la observación y el conocimiento adecuados, podemos garantizar un entorno seguro y feliz para nuestros fieles amigos.