Si alguna vez te has preguntado por qué tiemblan los perros, debes saber que es una inquietud muy común entre quienes aman a sus mascotas.
Es normal preocuparse cuando ves a tu amigo peludo con esos pequeños espasmos, sobre todo si no hace frío o no parece asustado.
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, los temblores no son señal de algo grave. Pero, es importante entender qué puede estar pasando y cómo puedes ayudarle a sentirse mejor.
Los perros pueden temblar por muchas razones: desde la exposición a temperaturas bajas para él hasta situaciones de estrés o incluso por algún problema de salud. Lo importante es aprender a diferenciar cuándo estos temblores son normales y cuándo es momento de prestar más atención.
En este artículo, vamos a repasar las causas más comunes de los temblores en perros, cómo saber si debes preocuparte y qué hacer para que tu compañero de cuatro patas esté tranquilo y feliz. ¡Sigue leyendo y descubre cómo seguir dándole los mejores cuidados a tu amigo peludo!
Causas fisiológicas de los temblores en perros
A veces, los temblores en perros tienen explicaciones muy simples y naturales. Así como nosotros podemos tiritar cuando hace frío o sentir que nos fallan las piernas después de hacer ejercicio, nuestros peludos también experimentan este tipo de reacciones físicas.
Frío: cuando el cuerpo busca calentarse
Si alguna vez has notado que tu perro tiembla después de un paseo en invierno o cuando está mojado, lo más probable es que simplemente tenga frío.
Los perros, especialmente los de razas pequeñas, de pelo corto o sin subpelo, pueden perder calor rápidamente y, al igual que nosotros, su cuerpo reacciona con escalofríos para generar calor.
¿Cómo ayudarle? Asegúrate de que tenga una cama calentita, evita la exposición al frío y, si es necesario, usa un abrigo para perros cuando salga a la calle en días fríos.
Edad avanzada: el paso del tiempo deja huella
Los perros mayores, al igual que las personas, pueden experimentar temblores debido a la pérdida de masa muscular o problemas en las articulaciones.
Es común que tiemblen más cuando están en reposo o después de un rato sin moverse. Si tu peludo ya es mayor, puedes ayudarle con una alimentación adecuada para su edad, ejercicios suaves y visitas regulares al veterinario para asegurarte de que no haya dolor detrás de esos temblores.
Hipoglucemia: una bajada de azúcar inesperada
En perros muy pequeños, como los chihuahuas o los yorkshire terriers, los temblores pueden deberse a una bajada de azúcar en sangre (hipoglucemia).
Esto ocurre cuando pasan muchas horas sin comer o han gastado mucha energía en poco tiempo. Si sospechas que tu perro puede estar temblando por esta razón, prueba a ofrecerle un pequeño bocado y observa si mejora.
Si los episodios son frecuentes, es importante que un veterinario revise su alimentación y descarte problemas de salud.
Estos son solo algunos ejemplos de temblores fisiológicos, es decir, aquellos que se deben a procesos normales del cuerpo y que no necesariamente indican un problema emocional. Sin embargo, hay otras razones por las que tu perro podría estar temblando, como el estrés o la emoción. Vamos a explorarlas en el siguiente apartado.
Causas emocionales
Los perros, al igual que nosotros, sienten emociones intensamente. A veces, esos temblores que notas en tu peludo no tienen nada que ver con el frío o la edad, sino con lo que él está sintiendo en ese momento.
Ya sea por estrés o emoción (como el miedo), su cuerpo reacciona con pequeños espasmos que pueden parecer preocupantes, pero que en muchos casos son completamente normales si son consecuencia de un momento difícil de gestionar para él. Vamos a ver por qué sucede y cómo puedes ayudarlo.
Estrés o miedo
¿Has notado que tu perro tiembla cuando escucha fuegos artificiales, va al veterinario o se encuentra en un lugar nuevo? Es posible que el miedo o el estrés sean los responsables. Los perros pueden sentirse inseguros ante situaciones desconocidas o ruidos fuertes, y su cuerpo responde temblando.
El motivo de los temblores es fisiológico, ya que el cuerpo responde ante una situación de estrés enviando gran parte de la sangre a los músculos de las patas para prepararse para huir de la forma más rápida posible.
¿Qué puedes hacer? Primero, identifica qué está causando su malestar. Si es por ruidos fuertes, como tormentas o petardos, crea un espacio seguro en casa donde pueda refugiarse.
Háblale con calma y acarícialo suavemente para que tu compañía le genere más tranquilidad. Piensa que cuando un perro siente un miedo extremo no puede haber aprendizaje por lo que acariciarlo no hará que se refuerce su conducta en esos momentos, sino que le ayudará a sentirte a su lado. Si el estrés es recurrente, consulta con un experto en educación canina para buscar soluciones a largo plazo. En algunos casos, productos naturales como la tila en el agua pueden ayudar a relajarlo.
Durante algunos protocolos de actuación etológica llevada a cabo con perros acostumbrados a tener niveles demasiados elevados de adrenalina (perros hiperestimulados físicamente), podemos tener temblores cuando no recibe la estimulación a la que está acostumbrado debido a que su cuerpo ha creado una dependencia a esas dosis de adrenalina y no tenerla provoca este tipo de síntomas en diferentes zonas de su cuerpo.
Excitación o felicidad
Sí, ¡los perros también tiemblan de felicidad! Algunos peludos se emocionan tanto al verte llegar a casa, al recibir su comida favorita o antes de salir a pasear, que no pueden evitar que su cuerpo lo exprese con pequeños temblores. Es algo completamente normal y, en estos casos, no hay nada de qué preocuparse.
Si notas que tu perro tiembla de emoción con demasiada frecuencia o de manera exagerada, intenta calmar la situación con rutinas más tranquilas. Por ejemplo, cuando llegues a casa, puedes aportar a tu compañero algún juguete o golosina que lo distraiga y esperar a que baje su nerviosismo para saludarlo con caricias suaves y tranquilas. De esta manera, se establecerá un nuevo hábito en el que aprenda a controlar su entusiasmo.
Los temblores por excitación suelen ser temporales y desaparecen en cuanto el perro se siente más relajado.
Sin embargo, si el estrés se convierte en algo frecuente, es importante actuar para mejorar su bienestar. En el próximo apartado, hablaremos sobre las causas médicas de los temblores y cuándo es momento de preocuparse.
Causas médicas
A veces, los temblores en los perros no tienen que ver con el frío, el miedo o la emoción, sino con algo más fisiológico.
Aunque en la mayoría de los casos no hay de qué preocuparse, es importante conocer las posibles causas médicas detrás de estos movimientos involuntarios para saber cuándo es momento de acudir al veterinario. Aquí te explicamos algunas de las más comunes.
Dolor o malestar: una señal silenciosa
Los perros no pueden decirnos con palabras cuando algo les duele, pero su cuerpo sí lo expresa de distintas maneras. Uno de esos signos puede ser el temblor. Si notas que tu perro tiembla y además evita moverse, gime o tiene una postura tensa, es posible que esté sintiendo dolor.
Las causas pueden variar: desde una dolor muscular hasta fiebre. Si sospechas que tu peludo está sufriendo, obsérvalo con atención y consulta con un veterinario para descartar cualquier problema.
Intoxicaciones: una emergencia que requiere acción inmediata
Uno de los motivos más preocupantes detrás de los temblores en perros es la intoxicación.
Algunos alimentos, como el chocolate, la cebolla o ciertos productos químicos, pueden causar reacciones graves en su organismo. Además del temblor, otros síntomas de intoxicación incluyen vómitos, diarrea, falta de coordinación o salivación excesiva.
Si crees que tu perro ha ingerido algo tóxico, no esperes. Llévalo al veterinario de inmediato, ya que algunas sustancias pueden ser peligrosas incluso en pequeñas cantidades.
Mantén siempre fuera de su alcance productos de limpieza, plantas tóxicas y alimentos peligrosos para evitar sustos.
Trastornos neurológicos: cuando el problema está en el sistema nervioso
En algunos casos, los temblores pueden estar relacionados con problemas neurológicos. Enfermedades como la epilepsia o el síndrome del temblor generalizado pueden afectar el sistema nervioso de los perros y provocar movimientos incontrolables.
Si tu perro tiene episodios de temblores frecuentes, que aparecen sin motivo aparente y vienen acompañados de otros síntomas como desorientación o falta de equilibrio, es fundamental acudir al veterinario para un diagnóstico preciso.
¿Cuándo preocuparse y acudir al veterinario?
No todos los temblores son motivo de alarma, pero es importante prestar atención a ciertos signos. Si tu perro tiembla de forma constante, sin una razón aparente, muestra cambios en su comportamiento o presenta otros síntomas como vómitos, dificultad para caminar o dolor evidente, lo mejor es consultar con un especialista.
Tener esta información te ayudará a cuidar mejor de tu compañero peludo y a actuar a tiempo si algo no va bien. Pero, ¿qué hacer si los temblores son producto del estrés? En el siguiente apartado, te contamos cómo ayudar a tu perro a relajarse y sentirse seguro en su entorno.
Cómo ayudar a tu perro si tiembla por estrés
Si has notado que tu perro tiembla en ciertas situaciones, como cuando hay ruidos fuertes, se encuentra en un lugar nuevo o incluso cuando te vas de casa, es posible que el estrés sea el culpable.
Al igual que nosotros, los perros pueden sentirse ansiosos y expresar su incomodidad con temblores. Pero no te preocupes, hay muchas formas de ayudarlo a sentirse más seguro y tranquilo.
Identifica qué le está causando estrés
Lo primero es observar en qué momentos aparece el temblor. ¿Sucede cuando oye petardos? ¿Al encontrarse con otros perros? ¿Después de un cambio en su rutina?
Identificar la causa te ayudará a encontrar la mejor manera de ayudarlo. Cada perro es diferente, y lo que a uno le afecta puede no tener el mismo impacto en otro.
Crea un ambiente tranquilo y seguro
Si tu perro tiembla por ruidos fuertes o situaciones que lo ponen nervioso, ofrecerle un refugio seguro en casa puede marcar la diferencia.
Un rincón con su cama, juguetes y mantas puede ser su espacio de confort. También puedes probar con música relajante para ayudarlo a calmarse.
Evita reforzar el miedo sin querer
Es normal querer abrazarlo y consolarlo cuando lo ves temblando.. En lugar de sobreprotegerlo y exagerar tu atención hacia él, te sugerimos que actúes con calma y seguridad. Háblale en un tono tranquilo y acompáñalo sin exagerar las caricias o los mimos, para que entienda que no hay nada que temer.
Ayúdalo a liberar energía con estimulación mental
Paseos diarios con la exploración como protagonista, juegos y juguetes interactivos pueden ayudar a canalizar la energía de tu fiel amigo y reducir su ansiedad.
Además, actividades como el olfateo o los juegos de inteligencia lo mantendrán mentalmente ocupado y relajado además de reforzar su autoestima.
Recuerda que es importante que solucione todo reto al que se enfrente para no generar frustración en él.
Introduce gradualmente lo que le causa estrés
Si tu perro tiembla por miedo a ciertos estímulos, como otros perros, personas desconocidas o viajes en coche, una buena técnica es exponerlo poco a poco a esas situaciones en un entorno controlado.
Premiarlo con golosinas y palabras de ánimo cuando reacciona de forma tranquila puede ayudarlo a asociar esas experiencias con algo positivo.
Consulta con un especialista si el estrés es persistente
Si tu perro sigue temblando con frecuencia y ninguna de las estrategias que has probado parece funcionar, puede ser el momento de buscar ayuda profesional. A veces, el estrés en los perros necesita un enfoque más personalizado, y un especialista en educación canina puede orientarte para encontrar la mejor solución.
Con nuestro servicio de consultas online, podrás entender mejor las emociones de tu perro y aprender cómo ayudarlo a superar sus miedos o ansiedades desde cualquier lugar.
Con paciencia, cariño y los consejos adecuados, tu peludo podrá sentirse más seguro y feliz en su día a día. ¡Sigue así, estás haciendo un gran trabajo!